El resurgir Cap.I

¡NUEVO CONTENIDO!

Hartos de la arrogancia de los elfos y las burlas de los humanos, los enanos se unieron juntos bajo un mismo estandarte formando así "Los enanos de Erebor" quienes han jurado llevar a los enanos a la gloria. A diferencia de los elfos o los humanos los enanos son duros como la piedra y fueron forjados en acero y runas, no dejarán que unos orejotas y unos patilargas los traten como a menos.

Tras la Guerra de los Tres Martillos los enanos del clan Hierro Negro, Martillo Salvaje y Barbabronce decidieron unirse entre sí para unificar de nuevo Khaz Modan. Sin embargo, la división de los tres clanes era aún persistente y muchos decidieron seguir la iniciativa del reciente Señor Enano Gloin y de sus más fieles seguidores: Urgrimbol el Penitente y Bómbur el Grueso. Comenzaba una nueva era en la historia de los enanos, una era que en un futuro se la llamaría como la de los enanos de Erebor...

Todo empezó con una distorsión espacio temporal provocada por el exceso de magia concentrada en el mundo de Azeroth. No se sabe cómo ocurrió, todo sucedió demasiado rápido. Las energías se concentraron en distintos lugares del planeta y surgieron portales que conectaron con otros mundos, entre los cuales se encontraban aquellos a los que sus habitantes llamaban la Tierra Media y el Viejo Mundo. Ambos, afortunadamente, coincidieron en muchas características con Azeroth y no se produjeron grandes enfrentamientos entre los habitantes de las distintas realidades. Durante un periodo de tiempo muchos seres de los diferentes mundos atravesaron los portales, lanzados a descubrir qué habría más allá. Lo que no sabían es que, una vez que pasaran al otro lado, no había marcha atrás...

Mundo de Azeroth

El Viejo Mundo

La Tierra Media

Algunos de los que entraron en Azeroth, para bien o para mal de las demás razas, fueron enanos, quienes la mayoría tuvieron gran suerte al aparecer en las altas cumbres de las montañas de Alterac, donde se encontraron con los enanos Pico Tormenta que habitaban por allí. Otros, en cambio, como ocurrió con algunos orcos procedentes del Viejo Mundo, llegaron a Teldrasill y fueron reducidos rápidamente por los elfos de la noche. Los enanos escoltaron a sus hermanos desconocidos hasta la ciudad principal de la Alianza más cercana: Forjaz. Sin embargo en su camino por los humedales se toparon con una patrulla que portaba un estandarte peculiar. Se trataba de un grupo perteneciente al clan del Señor Enano Gloin, que se encontraba cerca de allí. Así, llevaron a los forasteros ante el líder enano, al cual le contaron la historia de su tierra, la Tierra Media, y del antiguo reino de Erebor, que una vez había sido el más grande y poderoso de todos.

Ciudad de Erebor, capital del reino enano que se estableció en la Tierra Media

Además los extraños se percataron de que Gloin y Bombur eran iguales a como contaban las leyendas de su pueblo. De esta forma explicaron que en su mundo también hubo enanos con el mismo nombre y apariencia que ellos, a los que se les recordaba como "los trece": Bombur, Bofur, Bifur, Nori, Ori, Dori, Thorin, Balin, Dwalin, Oin, Gloin, Fili y Kili. Con estas historias, los enanos pudieron entender que existían distintas realidades, distintas líneas temporales, que no solo se diferenciaban por los sucesos que ocurrían en ellas, sino también porque los mundos en los que esas realidades tenían lugar eran diferentes entre sí. Gloin pensó que si había habido un reino enano con tanto poder en el lugar de donde esos enanos procedían, también podía recrearse algo similar en Azeroth. Para ello dejó de llamar "clan" a su facción para llamarla "la hermandad de Erebor". Pero no solo eso, el título de "hermandad" debía pasar a "reino", para lo que no solo necesitaba unos millares de enanos, sino que también necesitaba convertirse en rey de los enanos, y controlar una gran extensión de tierra, algo que solo conseguiría si los enanos de Khaz Modan se unían a su causa. La diplomacia no fue suficiente para alcanzar su objetivo, y una vez perdidas las esperanzas, un grupo de enanos muy radicales atacaron a las tropas de la hermandad de Erebor, y tras una aplastante derrota huyeron a Forjaz, donde les dieron refugio. Así Gloin y sus comandantes vieron la oportunidad perfecta para tomar la ciudad, que no opuso resistencia y, tras contemplar el poder de las tropas de los Enanos de Erebor, los líderes enanos Falstad Martillo Salvaje, Moira Thaurissan y Muradin barbabronce, cedieron con recelo el trono a Gloin, quien por fin podía poner en marcha el plan de devolver la gloria al pueblo enano, que tantos desprecios y mofas había sufrido durante tantos años. Comenzó una nueva etapa en la vida de los enanos y del mundo entero, la era de los Enanos de Erebor.

¡Ayúdanos a continuar nuestra historia participando en los eventos que te proponemos!